Ahorro energético bajando la potencia eléctrica

Las recientes y reiteradas subidas en el recibo de la luz conjugado con una situación económica complicada hacen que cada vez resulte más difícil pagar las facturas que nuestra compañía eléctrica nos hace llegar (estimándose que por ejemplo en Catalunya existen actualmente más de un millón de hogares en situación de «pobreza energética», o lo que es lo mismo, que no podrán encender la calefacción este invierno por causas económicas). Por ello las medidas de ahorro energético son indispensables pero también el tener optimizada la potencia eléctrica contratada, veamos como hacer esto último.

Llega el invierno, llega el frío y el momento de poner la calefacción en nuestro hogar pero tenemos  miedo de ponerla para no incurrir en un elevado gasto, obviamente como decíamos la luz se ha encarecido y pagaremos más. Como es obvio también por muchas medidas de ahorro energético que tomemos siempre habrá un límite que no podremos traspasar, pero existe una medida fácil y sencilla, gratuita y eficaz para bajar la factura de la luz: reducir la potencia eléctrica que no precisemos.

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La factura de luz de un hogar está compuesta a grandes rasgos por dos partes (además de impuestos, etc): la que tiene que ver con el consumo del usuario (gasto en calefacción, iluminación, vitrocerámica, etc) y la que tiene que ver con el tramo fijo de potencia eléctrica que tenemos contratada.

Sobre la primera (el tramo de consumo del usuario) podremos incidir tomando medidas de ahorro energético, pero ante la segunda (la potencia eléctrica contratada) no podremos incidir a no ser que reduzcamos lo contratado. Y si no lo necesitamos ¿por qué no reducirlo? ¿Por qué pagar más por algo que no usamos?

Para saber hasta que límite podremos bajar nuestra potencia contratada y así realizar un ahorro energético directo y sin coste para nosotros, primero deberemos saber que potencia eléctrica tenemos contratada y luego conocer que potencia eléctrica precisamos. Para conocer de la potencia que tenemos contratada el paso es fácil: simplemente consultando nuestra factura de la luz lo veremos rápidamente en el apartado que nos lo indica. Luego, para saber lo que precisamos aquí tenemos una pequeña tabla aproximada e indicativa de las necesidades de potencia eléctrica de los principales elementos que suelen existir en el hogar:

El horno (de 1200 a 2200 W) es uno de los aparatos que mayor necesidad de potencia eléctrica tiene (entre 1’500 y 2’200 KW), en el mismo rango de necesidad de potencia eléctrica se sitúan las lavadoras y los lavavajillas de entre 1500 y 2200 W. La vitrocerámica (de entre 900 y 2000 W) no se queda atrás en necesidades de potencia eléctrica y requiere de una rango de potencia eléctrica de entre 0’900 y 2’000 KW) mientras que los microondas (de 900 a 1500 W) requieren de una potencia eléctrica de 0’900 a 1,500 KW) y los televisores entre 0’150 y 0’400 KW. El aire acondicionado requiere de una potencia eléctrica de entre (0’900 y 2’000 KW) para equipos de entre 900 y 1000 W. Y finalmente, la calefacción se encuentra en un rango de necesidad de potencia eléctrica entre los 0’400 y los 0,800 KW si se trata de una calefacción de 400 a 800 W que sea eléctrica y de bajo consumo, y de 1’000 a 2’500 si se trata de una calefacción eléctrica de entre 1000 y 2500 W

En definitiva, una vez se hayan sumado todas las necesidades de potencia contratada del hogar, y dejar un margen de holgura como seguridad de no quedarnos cortos, el proceso para lograr el ahorro energético directo en nuestra factura de la luz será fácil: tan sólo deberemos llamar a la compañía eléctrica y solicitar un cambio a la baja de nuestra potencia eléctrica contratada.

Desde Gasfriocalor, preocupados siempre por el bienestar y la economía de nuestros clientes, te recomendamos sin duda estos sencillos pasos que pueden suponer un interesante alivio para tu bolsillo y una medida cómoda de ahorro energético.