Los deshumidificadores se han convertido en un gran aliado para aquellas viviendas, oficinas, locales comerciales e industrias que están situadas en zonas húmedas y que, durante todo el año, tienen un porcentaje de humedad por encima del recomendado.
Capaces de sacar del aire el agua sobrante, almacenándola en un depósito o bien llevándola a un desagüe, los deshumidificadores pueden aportarnos grandes ventajas asociadas al hecho de mantener un buen equilibrio entre la temperatura ambiente y la humedad existente, evitando serios problemas de habitabilidad. Ventajas que te invitamos a conocer a continuación.
– Teniendo en cuenta que el porcentaje de humedad relativa adecuado para el confort y la salud de las personas se encuentra entre el 45% y el 55%, sea verano o invierno, los deshumidificadores son una muy buena opción para mantener a raya la humedad en muchos hogares, oficinas e instalaciones de nuestro país.
– En verano, evitan que la humedad se ‘instale’ en las viviendas.
– En invierno, y especialmente en casas donde se condensa el calor, evitan que se formen goteras que pueden dar lugar a importantes daños materiales en el hogar.
– Permiten mantener el porcentaje de humedad de forma automática, controlada y constante.
– Mantienen el porcentaje de humedad aconsejable para la salud y el confort humano, ayudando a prevenir problemas de salud tales como articulaciones dolorosas o exceso de sudoración, y reduciendo dolencias de las vías respiratorias.
– Para las personas alérgicas resultan unos grandes aliados, ya que un deshumidificador puede reducir notablemente el crecimiento de los ácaros y de los hongos.
– Previenen la proliferación de moho y de bacterias y, por tanto, evitan los consiguientes malos olores que se derivan de ellos.
– Ayudan a evitar las anomalías y daños a equipos electrónicos y mecánicos, como la corrosión
– Impiden el deterioro de elementos de decoración como cortinas o alfombras, cuadros, pergaminos… e, incluso, de sustancias orgánicas como los productos alimenticios.
– En zonas húmedas se utilizan para secar la ropa de forma más económica.
– Ayudan a mantener los bienes en buen estado y evitan la deshidratación, deterioro, enmohecimiento, mermas de peso y calidad en los productos. Por ello, cada vez se utilizan más en lugares donde se almacenan materias como el papel, la tela, el cuero, la madera o artículos manufacturados, y, por supuesto, son imprescindibles en museos, salas y galerías de arte, donde el exceso de humedad pueda causar el deterioro de las piezas y obras de arte.
– Los deshumidificadores contribuyen a preservar la salud, reducir los índices de contaminantes en la atmósfera y disminuir los valores alérgenos en recintos cerrados. Por estos motivos, su presencia es fundamental en hospitales, piscinas cubiertas, balnearios, centros deportivos y todos aquellos espacios susceptibles de condensación.
Como has podido ver, más allá de extraer la humedad sobrante, los deshumidificadores llevan asociadas un buen número de ventajas que pueden hacernos la vida más confortable, fácil y saludable.
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